Confesiones

Ideales: Triunfar en Arte. Ser músico, pintor, cómico, poeta a quien selectamente reconozca la minoría.
Religión: Ninguna. El «Más allá» me inquieta a ratos.
Sobre el amor: He aquí mi grito: Amor siempre, sea como sea!
Defectos: Desorden, carácter muy impulsivo (lo que a veces me hace rayar en la grosería y en la locura), hipocresía, cinismo e inmoralidad, en el sentido corriente.
Rasgos: Rebeldía, independencia. Soy también educado siempre que no implique sometimiento. Tengo gran respeto hacia la mujer. Romanticismo y sentimentalismo muy desarrollado.
Contradicción: Muy audaz a veces, muy tímido, excesivamente tímido, otras.
Virtudes: Liberalidad, ausencia de rencor (se me «pasan» las cosas pronto), Ductilidad al cariño. No tengo vanidad. En el primer momento me gustan mis obras. a las 2 horas, carecen de valor. Por la amistad y el cariño llegaría al sacrificio.
Admiración: Inmensa, infinita por todo lo bello, sea como sea intrínsicamente (Este culto a la belleza exulta mi espíritu que se halla todo transido de él).
Grandes manías: La vagancia y la afición al alcohol. Mi vida se sintetiza en unas palabras: «¡Es tan dulce soñar!»…

Este soy yo completamente desnudo.