En 1927 la revista comienza una nueva andadura con un espíritu renovador de la visión de Castilla: Parábola. Cuadernos mensuales de valoración castellana.
Castilla ha estado en blanco hasta hora en el mapa internacional de las nuevas actividades artísticas; he aquí hoy, buen día de noviembre de 1927, la cordial caja de pinturas que abrimos con la emoción de un niño contento.
De ahí la importancia del mar, no ajeno a Castilla en ese momento. Alberti, Grímpola, etc. El propio Ontañón utiliza en diversas ocasiones imágenes referentes a lo marítimo en sus poemas y en sus textos. Alfaro escribió unos «Versos de tierra y de mar» en sintonía con este asunto (verano 1927).
Marqueríe estuvo siguiendo los avatares de la nueva etapa de Parábola a través de José María Alfaro, que estuvo en Burgos en el verano de 1927.